Participantes del iEncuentro 2012 en RomaHa vuelto a suceder. Y reconozco que no acabo de acostumbrarme. Ayer, 6 de diciembre, un grupo de #iEvangelizadores nos reunimos para conocernos más y compartir experiencias. Mirarnos a los ojos, darnos un abrazo, intercambiar corazones… Darse cuenta de que no sólo puedes llamarlos «amigos» en internet, sino en la vida real.

¿Quiénes fueron los protagonistas de este evento?

1) Daniel Pajuelo, religioso marianista, uno de los coordinadores de iMisión, comunicador nato e ingeniero informático (y también rapero). Nos conmovió con su historia vocacional, contada al calor de un corazón que ama a Dios con pasión.

2) Blanca Ruiz Antón. Andaluza, trabaja en Rome Reports y Religión en Confidencial (si no conocéis sus artículos, es ya tiempo de empezar a leerlos). Su sincerdidad, honestidad y sentido del humor nos abrieron las puertas de su corazón, mostrándonos aquello que Dios está realizando a través de ella gracias a su labor.

3) Mauricio Artieda, consagrado del Sodalicio. De Perú, es el encargado de la página Catholic-Link. Dios ha tomado su vida y la ha llevado por paraderos sorprendentes… incluso para él. Ahora vive en Roma, estudia, da clases de religión en un colegio y lleva adelante muchos proyectos. Como diría él: «¡Pucha, Mauricio! No tienes nada de tiempo!».

4) Rocío Lancho, periodista de la Agencia Zenit. Burgalesa afincada en Roma, la sencillez de una vida bajo el cobijo de la fe nos demostró que Dios no sólo actúa en las pequeñas cosas de cada día, sino que también transforma y guía los corazones que se dejan moldear por Él.

4) Jorge Enrique Mújica, religioso legionario de Cristo. Mexicano, es prolífico en todos los sentidos: escritor (casi siete artículos al día), informático (con tres blogs, tres cuentas de Twitter, …) y, sobre todo, de un gran corazón. Su historia vocacional, profunda en su sencillez, nos mostró la alegría con que vive su día a día.

5) Marta Jiménez Ibáñez. Nacida en Albacete, es periodista para EWTN-Aciprensa en Roma desde hace dos años. Con su contagiosa alegría nos contó cómo pasó de estudiar ciencias ambientales a ser periodista en una cadena católica. Desde luego, Dios tiene sus caminos…

6) Garret Johnson. Texano, es también consagrado del Sodalicio. Responsable de la página en inglés de Catholic-link, nos sorprendió a todos por su excelente español (e italiano), pero particularmente por su pasión y alegría con que nos transmitía su amor a Dios y su deseo de hacer el bien. Way to go, Garret!!

7) Mayra Novelo de Bardo, la responsable de Catholic.net. La única casada del grupo -con un italiano- reside en Génova y quiso bajar a Roma para acompañarnos. Dice que no estudió comunicaciones, pero ¡qué bien conectaba cuando nos hablaba de su deseo de acercar a más personas a Dios a través de internet!

8) Alberto Chinchilla. Cuando uno empieza diciendo: «No os asustéis», se espera lo mejor… ¡y así fue! Barbastro, Barcelona y Roma han sido los escenarios en que Dios ha actuado en su vida. Su vida dio un vuelco cuando el Papa visitó Barcelona: pudo palpar en primera persona la fuerza de la fe en la sociedad. Actualmente es periodista en Rome Reports y está muy agradecido a Dios por ello.

9) Y, por último, el P. Juan Antonio Ruiz. Es decir, el que escribe estas líneas y que se enriqueció muchísimo con el #iEncuentro… jeje.

Yo no sé los demás, pero personalmente disfruté muchísimo y el tiempo se me pasó volando. Pude percibir ese ambiente de camaradería sana, de entusiasmo por un mismo ideal. Porque, después de todo, nos unía la fe en un mismo Dios y el deseo de una misma misión: que Dios llegue al mayor número de personas… ¡también por internet!

Esta fue nuestra experiencia y estos fueron los protagonistas. ¿No les da algo de envidia? Probablemente. Y debo decir que era uno de los fines de mi artículo. Pero no me lo tomen a mal, pues lo que deseo es que ustedes también creen su #iEncuentro con las personas de sus ciudades. ¡Vale realmente la pena! Uno se da cuenta de que esos «amigos de Facebook» y/o «seguidores de Twitter» pueden llegar a ser -como lo son ahora para mí con quienes me encontré ayer por la noche- auténticos amigos de verdad.