Se trata de animarte y crecer en la red, tender lazos de comunión y fortalecer vínculos. No te voy a engañar.
La evangelización en la red no pide extravagancias ni rarezas. Debemos tener claro este aspecto, para perderle miedo de cara a comenzar con una web o un blog, o a introducirse en las redes sociales. Por eso te ofrezco cuatro claves que considero importantes no en función del éxito o de lo que ya hay. Es verdad que conocer cómo funciona la red y tener herramientas que te ayuden a comprender su dinamismo y alcance será siempre una ayuda más puesta al servicio que estás desarrollando.
De algún modo entiendo que para comenzar son necesarios dos medios esenciales: una hoja en blanco, donde ordenarse a uno mismo antes de hacer nada; y unas pequeñas clases y pruebas para manejarse en la plataforma que desees utilizar, la cual es mero instrumento con sus posibilidades y limitaciones. Pero ahí, sinceramente, no termina todo. Ha empezado.
- Identidad definida. Algo espiritual, del Espíritu. Bien relacionada con una persona, con una institución o con un proyecto. Este punto es más importante que la plataforma. Tener claro por qué y para qué. ¿Qué te está moviendo a ello, qué te remueve, qué quieres alcanzar? Es clave que alguien, al entrar, sepa con quién está «dialogando», qué puede encontrar. Sin dejar que esto frene demasiado, porque no será perfecto. Darse un paseo rápido por la red te hará caer en la cuenta de que la innovación difícil. Ya existen muchos, muchos blogs con intenciones similares a la tuya. A lo mejor -propongo- sería interesante aprender a colaborar con otros. ¿Debe limitarte que haya otras personas que estén haciendo lo mismo que pretendes hacer tú, #iEvangelizar? Entiendo que no. Es más, lo tuyo abre una nueva posibilidad.
- Ritmo y publicaciones. Es imprescincible conjugar bien el contenido –Evangelio– y su calidad -incuestionable, según tu fidelidad- con el tiempo disponible -tu propia vida-. En este apartado se requiere una cierta disciplina y orden. Como antes, no busques tanto tu propia perfección como renovarte en tu servicio. Aunque estimo que lo mejor siempre es ajustarlo a la propia vida e ir conociendo cuáles son las posibilidades reales que tienes. Algo que sólo sabrás, si eres nuevo o comienzas ahora algo propio, cuando lleves un tiempo en ello. Ten en cuenta que quizá lo más fácil es echar a andar, y que hay que sostener lo creado. Un blog suma tiempo dedicado y comprometido de tu vida. Una vez semanal no es una cuestión cualquiera.
- Difusión. Podríamos llamarlo: dimensión relacional del blog; la red y la iglesia entran en juego, en diálogo con nuestro mundo global, plural y diverso. Es decir, el alcance que tiene en otras personas que, sin una buena difusión en la red, reducirán a la mínima expresión su posibilidad para llegar a tu blog. (a) Puedes utilizar las redes sociales, como Twitter o Facebook con un perfil corporativo, o bien personal.(b) Dentro de este punto es conveniente dar a conocer el proyecto a más personas, que se hagan partícipes de él. (c) Igualmente las relaciones que puedas hacer a través de tu blogroll, las referencias cruzadas a otros lugares, las posibilidades de participación en él. (d) Imágenes dentro de los post y etiquetas ayudarán a otros a encontrar aquello que andan buscando. Que quizá sea lo tuyo.
- Belleza e imagen. La belleza salvará el mundo, atrayendo e incorporando, permitiendo al usuario encontrarse en un entorno que le resulte llamativo y aporte algo en su día. Más que una buena presentación o apariencia, se trata al mismo tiempo de la capacidad de navegación en él y de la facilidad para encontrar en un entorno agradable aquello que se desea encontrar. Recuerda que las personas que llegan a un blog #iEvangelizador, en clave de #iMision son todas y cada una de ellas un regalo del Señor y que, en parte y sólo en parte, Dios en su belleza está usando tus palabras y dedicación para llegar a ellos, interrogarles y darles una Buena Noticia.
Los puntos anteriores se irán desarrollando en post posteriores. De momento, una leve introducción que siente bases, que marque el horizonte, que ponga rumbo. Si tienes alguna pregunta al respecto, podemos ayudarte. Déjanos un comentario y comenzamos a dialogar.
Para terminar, os ofrezco algunos blogs destacados por su sencillez, su capacidad comunicativa y su servicio al Evangelio probado en años en la red. Algunos son de miembros del equipo de #iMision, en otros se colabora, y otros no tienen nada que ver con nosotros más que el Evangelio que nos une. De todos puedo decir que son inspiradores, verdaderamente. Existen muchos otros, que también compartiremos y difundiremos. Si los conoces, coméntalo. Te agradeceremos este servicio a la red, y a la comunión para mejor servir.
Danos a conocer tu blog en Twitter, y crearemos red. Compártelo con @iMision20.