Todos conocemos a la Madre Teresa. Una de las santas más conocidas del siglo pasado por su profunda espiritualidad e impactante obra misionera. Y aunque su testimonio de amor a Cristo en los pobres es extensamente conocido para cristianos y no cristianos, es también extensamente conocido que no tenía redes sociales.

Nacida el 26 de agosto de 1910, culmina su vida terrenal en 1997, apenas en los inicios del internet como lo comprendemos hoy en día. Sin embargo, eso no ha impedido que su vida y misión se difunda actualmente en las redes sociales.

Estamos seguros de que si en aquellos años la Madre Teresa hubiera tenido esta poderosa herramienta de evangelización sería una gran influencer. Y ¿qué podría decirle la Madre Teresa a un evangelizador digital? Acá te dejamos tres puntos que podrías reflexionar de la mano de la hoy santa Teresa de Calcuta según las palabras que ella nos dejó:. 

  • Saciar la sed del Crucificado

La Madre Teresa ardía en el deseo de que Cristo sea conocido por los hombres, para que ellos encuentren en Él su más profundo anhelo. De hecho, es bien conocido aquél pasaje crucial en su vida en que se hace consciente de la sed de Cristo en la cruz. 

Su sensibilidad mística le lleva a entender que la sed que Cristo proclama en la cruz es una sed de las almas de todos los hombres a quienes ama. Para quienes hemos experimentado alguna vez en la vida una profunda sed, sabemos que no se trata de algo neutro, sino de una necesidad vital. Cristo experimenta en lo más hondo de su ser una necesidad vital por cada uno de nosotros.

La Madre Teresa, al ver a ese Cristo sediento en la cruz entiende en lo hondo de su alma que debía consagrar su vida a saciar esa sed. Pronto entendería, así mismo, que saciar esa sed de Cristo, era compartirla: ella participaría de esa misma sed de Cristo, anhelando constantemente la conversión de las almas. 

Todos nosotros, que hemos experimentado en lo más hondo de nuestra vida el amor de Cristo, no podemos quedarnos indiferentes a la sed de Cristo en la cruz. Por eso nuestro servicio debe alimentarse de esta espiritualidad honda de la Madre Teresa, que quiso hacer de la sed de Cristo su propia sed, experimentando la necesidad vital de que Él sea anunciado a todos los pueblos. 

Y como ya lo sabemos bien: Nadie puede dar lo que no tiene, para anunciar a Jesús en el continente digital, primero debes nutrirte de su amor y su palabra.

  • El apostolado nace de la oración

Si bien ya hemos hablado de la espiritualidad de Santa Teresa de Calcuta, no podríamos exagerar en la convicción que ella tenía de que en el corazón de todo apostolado se encuentra la oración. 

Ser misionero, es ser enviado, es decir, es entrar en una relación con alguien que envía. Como insiste el Papa Francisco, se trata de ser discípulos íntimos, para luego ser misioneros auténticos. Así, la Madre Teresa, diría: «Nuestras acciones sólo pueden producir frutos, cuando son expresión verdadera de una plegaria sincera».

  • Dejar actuar a Dios

Muchas veces podemos pensar que todo el proyecto o la misma evangelización depende 100% de lo que nosotros hagamos. Cuando en realidad depende de Dios, nosotros somos solo unos instrumentos en sus manos.

La madre Teresa lo comprendió muy bien, cuando Dios le comenzó a mostrar el nuevo camino que tenía para ella de atención y entrega a los pobres entre los pobres, ella no puso resistencias, aunque eso implicaría dejar su primera comunidad para llevar a cabo una obra fundacional. Inició desde cero, con su confianza puesta en la providencia y en lo que Dios había puesto en su corazón.

“Yo soy el lápiz de Dios. Un trozo de lápiz con el cual Él escribe lo que quiere”, esto decía la santa. Y seguramente es un consejo que te daría a ti, si estas escuchando el llamado de Dios a la evangelización digital.

Su testimonio te muestra que cuando Dios pone el anhelo, también pone todos los medios para que puedas llevar a cabo la misión, solo debes afinar el oído y colaborar.