siempre me han llamado poderosamente la atención las casas derruidas. me gusta imaginar la historia que pudo pasar en ellas, la vida que correteaba por su habitaciones, lo que dentro se vivió tiempo atrás.

ahora la vida llena lo que antes estuvo lleno de vida. alguien, muy sabiamente, ha colocado esas macetas justo en lo que antes fue la entrada, en el único lugar en el que el paso del tiempo no ha dejado crecer la yerba por los adoquines que todavía duran.

¿cuántos años tendrá esta casa? ¿cuántas vidas se habrán vivido ahí dentro? imagina a la familia, reunida al calor del hogar sin televisión. mira a esa madre enseñando el padrenuestro a su pequeño, a la abuela rezando el rosario con los pies en el brasero, mira… busca… adéntrate y llena de vida aquellas partes de la tuya que parecen muertas, pues no lo están. siempre hay posibilidad de colocar una maceta florida a la puerta de tu casa. si quieres.

@jotallorente