webinar1Es mentira que las relaciones personales en el entorno virtual no sean verdaderas, Rotundamente falso. Yo llevo experimentando lo contrario desde hace ya unos cuantos años. Es mentira que las redes sociales e internet favorezcan y potencien encuentros de baja calidad entre las personas. Tal vez haya que preguntar a cada persona qué busca en internet y en las redes sociales y qué tipo de relaciones sostiene.

Yo he conocido a través de las redes sociales a muchas personas. He conocido a personas a las que luego he apadrinado en su confirmación, a las que luego en acompañado en su discernimiento vocacional, a las que luego me he unido en proyectos como éste de iMision… Muchas de ellas son ahora personas importantísimas en mi vida porque, como diría el Principito de su rosa, con ellas reí, sufrí, hice camino, escuché y de ellas aprendí.

Sí, es posible. Es posible relacionarse en el medio virtual. Entonces… ¿por qué pasar a lo presencial? ¿Por qué la iniciativa de los #iEncuentros? ¿Es tan necesario verse, olerse, tocarse, escucharse? ¿Qué hacía Jesús? ¿Cómo era el Maestro?Jesús-y-la-Samaritana1

Los Evangelios puede decirse que son un compendio de encuentros presenciales. Desde el comienzo, Jesús se encarnó, se hizo carne, se hizo hombre para encontrarse con nosotros. Su venida al mundo es, sin duda, el mayor signo de que Dios sí tiene muy claro lo importante del encuentro personal. Jesús no paró de encontrarse con personas durante toda su vida. No sólo es que lo hiciera sino que lo provocaba. Jesús era de los que tantas veces salía al encuentro…  Jesús se encontró con los pastores, se encontró con José y su familia, se encontró con los Magos… Jesús extravió su caravana discutiendo en el Templo y hablando de Dios con aquellos sacerdotes y sabios… Jesús salió al encuentro de Andrés y de Pedro y de Santiago y de Juan… Jesús fue a comer a casa de Mateo y estaba dispuesto a encontrarse con el criado de aquel centurión romano. Jesús esperó a la mujer en el pozo y salió al encuentro de la adúltera. Se encontró con enfermos, con la tristeza de Jairo, con la muerte de Lázaro, con sus amigas de Betania… Jesús era acusado de borracho por esta vida social tan activa que llevaba… Jesús quiso celebrar con sus amigos la Pascua y encontrarse con ellos en Getsemaní para orar a su lado y sobrellevar su cruz. Jesús Resucitado salió al encuentro de María, de Tomás, de los apóstoles escondidos… Jesús vivió en el vientre de María nueves meses en el, posiblemente, el encuentro personal más trascendente de la historia.

El encuentro personal es un SÍ decidido a dejarte en entrar en mi vida, es una apuesta clara por sellar contigo algo más que unas palabras compartidas en la red. Es abrirte las puertas de mi yo y dejarte que me veas y me descubras en mi cotidianeidad, en mi casa, en mis reacciones, en mis gestos, en mis tics, en mi físico a veces tan mal imaginado… Encontrarte conmigo es darme tu mano y dejarme que la toque, que la apriete fuerte, es sentir la textura de tu corazón. El encuentro personal es exponerse aún más, es hablar el lenguaje del amor, de la comunión, de la comunidad, del tú y yo, de la complicidad, de lo compartido, de los momentos, de los recuerdos, de una red tejida lenta… Es, otra vez en palabras del Principito, dejarse domesticar.

iEncuentro_copia

Hay algo insustituible en el encuentro personal. Las personas, no sólo somos animales sociales y seres en relación, sino que necesitamos encontrarnos físicamente. Es entonces cuando el último velo es descubierto y un efecto multiplicador se desata. Cuando un #iMisionero se encuentra con otro #iMisionero las consecuencias son imprevisibles y sino que nos lo digan a los que ya nos sabemos parte, no sólo de un grupo virtual de creyentes en línea, sino de una auténtica comunidad real de hermanos del mismo Padre, caminando hacia el mismo lugar.

Un abrazo fraterno