¡Qué bonito este proyecto de #iMision! ¡Qué hermoso! ¡Qué eclesial! Me gusta porque da cabida a todos, porque cuenta con todos y porque provoca en todos unas ganas terribles de #iEvangelizar. Cada vez que me siento delante del ordenador y me conecto a Facebook o Twitter, tengo unas ganas locas de contar tantas cosas, de decir y proclamar tanto… que, a veces, no sé por dónde empezar. Jesús mueve, moviliza y convoca a través de #iMision, a través de su Iglesia.
El desgaste mental puede ser grande si uno piensa que en la red tiene que escribir o decir algo especial para #iEvangelizar. Creo que no se trata de eso sino más bien de proyectar en la red lo que uno ya vive fuera de ella. Sin esto, no hay #iEvangelizacion que valga. Si uno no es apóstol, discípulo, amigo, seguidor, amante apasionado del Maestro, fuera de la red, no lo va a ser dentro. Y, desde luego, si uno tiene que andar buscando en sus entrañas qué compartir es que la ofuscación le ha tomado preso.
Yo he llegado a la conclusión de que mi labor es #iEvangelizar desde lo que soy. Y como yo soy laico, seglar, estoy casado, tengo tres hijos, trabajo en una empresa privada y pertenezco a la Fraternidad Escolapia de la Provincia de Betania de los Escolapios… mi #iMision sólo dará frutos si doy testimonio de la presencia de Dios ahí, en mi vida concreta y diaria. ¿Puede una familia #iEvangelizar? ¿Puede un padre o una madre #iEvangelizar? ¿Puede un trabajador de una multinacional americana #iEvangelizar? Por supuesto que sí, siendo familia, padre, madre y trabajador.
Cada sábado voy a intentar compartir aquí esa vivencia familiar de Dios, esa experiencia de Jesús en mi matrimonio, esas pruebas que a veces se presentan a nivel laboral. Compartiré inquietudes, alegrías, pensamientos, reflexiones, preocupaciones… y espero que, entre todos, podamos enriquecernos, complementarnos e #iEvangelizar desde lo más auténtico de nosotros.
Un abrazo fraterno